¡No necesito a un hombre para ser feliz!
- Jorge Delgado
- 20 ene 2016
- 4 Min. de lectura
No necesito un hombre para ser feliz!
Fueron las palabras que escribió una joven mujer de alrededor de los 30 años de edad. Una mujer que, a mi humano parecer, es de aspecto físico agradable, pero a quien temo, el "amor" u "hombre perfecto" de su vida, difícilmente llegara.
Esta forma de pensar no es propia solo de las mujeres, ya que también encuentro hombres que piensan de la misma manera, y a través de los años he encontrado que son estas personas, las que finalmente se quedan solas y nunca se casan, nunca forman familia, y como dice el dicho.... "se quedan a forrar biblias" (versión cristiana).
Y es que el pensamiento: "No necesito a nadie para ser feliz", aunque suena convincente, al analizarlo, muestra más bien, una posición egoísta, un corazón lastimado y atemorizado, y poco entendimiento del plan de Dios para nosotros. Es, mas bien, una forma de defenderse, y de convencerse a sí mismo, de que se puede ser feliz sin nadie más.
Pero, ¿es esta forma de pensar correcta?, ¿se alinea con el plan y los propósitos de Dios para nuestra vida?
1. Es cierto, uno puede convencerse de no necesitar de nadie para ser feliz. Quien no abre el corazón, porque teme ser herido, se evita el riesgo de ser decepcionado, desilusionado y lastimado. Es la naturaleza de las relaciones humanas conllevar este riesgo, y de hecho pasa, toda relación, aun las mas "perfectas" se lastiman, se desilusionan y decepcionan. Cerrar el corazón y evitar ilusionarse con alguien, pareciera ser inteligente, pero ¿será que el temor a ser lastimado es la razón correcta para cerrarlo?, ¿es este el deseo de Dios?
2. Creo que nadie debería comenzar una relación por necesidad. Comenzar una relación por necesidad nos llevara a ser exigentes con la otra persona, a ser celosos y llegar al punto de idolatrizarle. Ese es el único punto donde creo que se puede estar correctos en la postura en cuestión. Definitivamente, nuestra felicidad debe venir de Dios, de nuestra relación con El, de la aceptación de nosotros mismos, de nuestros cuerpos, atributos y talentos. Debemos aprender a ser felices con nosotros mismos, para así asegurarnos de poder hacer feliz a otra persona, pero, como en otras áreas de la vida, creo que debemos estar agradecidos, pero no necesariamente estar conformes.
3. Para aquellos que dicen: "No necesito a nadie para ser feliz" les hago esta pregunta: Y que, si aun y cuando tu no necesitas a nadie, ¿alguien más te necesite a ti?
¿Sabes? el pensamiento "no necesito a nadie para ser feliz", revela también un corazón egoísta, un ego inflado y una expectativa falsa.
La Escritura declara: "Ni el ojo puede decir a la mano: No te necesito, ni tampoco la cabeza a los pies: No tengo necesidad de vosotros." (1 Cor 12:21)
La verdad es que: TODOS NOS NECESITAMOS.
Aunque tu sientas no necesitar a alguien, la verdad es que ALGUIEN MAS SI TE NECESITA A TI, y la verdad también es que TU TAMBIÉN NECESITAS A ALGUIEN MAS.
Cuando Dios creó al hombre, lo miro y dijo: "no es bueno que el hombre este solo, le haré ayuda idónea para él...". Dios formo a Eva de su costado, para que Eva fuera todo lo que Adán no era. Hombres y mujeres somos totalmente distintos.
Dios nos creo con la necesidad de COMPLEMENTARNOS.
Alguien más tiene lo que tú no tienes y lo que necesitas, y alguien más necesita lo que tú tienes, aun y cuando no queramos reconocerlo.
Admitir que necesitas a alguien más, no significa que vas a aceptar a cualquier persona, pero sí que tienes la humildad suficiente para reconocerlo.
El pensamiento "no necesito a nadie para ser feliz" te pone en la posición "centro de la Tierra" donde todo debe girar alrededor de ti, y donde todos deben llenar la medida y exigencias que tú mismo has impuesto.
Mejor ármate del pensamiento "alguien necesita lo que yo puedo dar", "yo puedo hacer feliz a alguien", "alguien en este universo me necesita", y esto te llevara a encontrar personas imperfectas (como lo eres tu) con cualidades muy cercanas a tus ideales, que con el amor y la comunicación debidas puede ir cambiando, aunque cabe mencionar que lo correcto no es transformar a otros, sino ser transformados al aceptarlos y amarlos como son.
En ocasiones, y entre más viejos más cierto, nos volvemos exigentes, y buscamos personas que sean una copia de lo que somos nosotros. Eso no es lo que tú necesitas. Lo que tú necesitas es alguien diferente a ti, un complemento, no un clon.
La persona ideal para tu vida, difícilmente será una persona parecida a ti, sino una persona totalmente distinta, que con el amor y entendimiento debidos, te aceptara, te amara y buscara el ser lo que tú no eres para que entre los dos formen un solo ser.
Aprendamos de Dios, El nos ama incondicionalmente, el no nos exige cambios para amarnos, El no esta interesado en que le amemos, El, nos amo primero, El nos acepta, El nos busca, El nos perdona, nos tiene paciencia, El busca nuestro bien y no necesariamente el suyo, y El sabe, que al hacer así, nosotros somos transformados, no por la exigencia, sino por el amor.
Ciertamente, puedes vivir toda tu vida solo o sola, Dios podría también, pero aun y cuando El no necesita de nuestro amor, El desde esa base, nos ama, y por consiguiente nosotros le amamos a El también.
No se trata de que te amen, sino de a quien tu puedes amar.
Con amor: Coach Jorge.

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